Después de un parto por cesárea, la incisión resulta molesta y los músculos abdominales están debilitados por la cirugía, por lo que no conviene exigirse demasiado, especialmente las dos primeras semanas.
Las cicatrices generan una retracción del tejido que coloquialmente se conocen como adherencias, si no se realiza un manejo temprano de éstas pueden generar zonas “Duras y rígidas”, presentando mayores molestias a futuro.
El tratamiento de una cirugía post cesárea se basa en masajes sobre la herida, una vez retirado los puntos y cuando el dolor lo permita, los cuales logran reducir el volumen de la cicatriz y disimularla en gran medida. Estos masajes y cuidados con realizados por nuestras kinesiólogas formadas en el área.
*Se comienza a realizar a la 6ta semana postparto